Este esquema, detectado a principios de 2018, se basa en actividades de suplantación de dominios (el ojo humano no puede detectar fácilmente las URL falsas). El bot se centra en atacar archivos Ads.txt grandes y, más importante aún, desactualizados. Con la implementación de archivos Ads.txt, las publicaciones hasta ahora han limitado considerablemente la capacidad de los actores fraudulentos para abusar del ecosistema, pero los timadores evolucionan constantemente y ahora pueden sacar provecho de los archivos Ads.txt no auditados.